Ganja no se deja llevar por los vítores porque sabe que aún
queda la prueba más compleja. Será dentro de tres horas y debe descansar bien
porque durará varias horas hasta que se ponga el sol. Las quinielas de los
animales están cambiando y unos pocos ya empiezan a elucubrar que Ganja podría
superar a la gacela Mekos. A pesar de todo, los expertos comentaristas siguen
incrédulos y, aunque admiten que lo que han visto hasta ahora supera todos los
cánones conocidos, ponen en cuestión su triunfo sobre la última de las pruebas.
Alegan varios motivos y ciertamente son bastante convincentes:
Primero. El Multicross, la prueba reina, no es similar a las
pruebas anteriores en tanto que requiere cruzar infinidad de terrenos y
obstáculos. ¿Qué tipo de truco podría funcionarle en un escenario tan diverso?
Segundo. Se requiere una resistencia bestial bajo el duro
sol del verano. Simplemente, un mono no tiene la capacidad hidratante de una
gacela. Pero es que además no estamos hablando de una gacela promedio. La
gacela Kalistenia Mekos es algo fuera de serie. Un portento de la naturaleza a
cuyo talento innato hay que sumar el más meticuloso entrenamiento llevado a
cabo desde su más tierna infancia. Una máquina desarrollada a conciencia para
esta prueba.
¿Qué podría hacer ante esto la pequeña mona Ganja Garnbreta?
- “No tiene más del 1% de posibilidad de victoria”, concluyeron
Con estas últimas reflexiones está a punto de dar comienzo la última de
las pruebas, la prueba reina, bajo el abrasador sol del mediodía. El público en
la línea de salida puede comprobar como Ganja lleva algo atado a la espalda,
una especie de contenedor fabricado con grandes hojas de plantas selváticas
enrolladas y atadas mediante trozos de raíces. Podría tratarse de la primera
mochila de la historia. Se ve cargada hasta arriba y de ella también se ve como
cuelgan algunos objetos hechos de madera.
Se da la salida y los animales salen corriendo por el
ondulado camino del Bosque Tupido en dirección a la cara oeste del Monte
Empinado. Debido al espesor del bosque, enseguida se pierde el contacto visual
con los animales.
Dos horas después, el pangolín-linier usa los ojos del águila,
herramienta de visión privilegiada, y confirma el paso de la gacela Mekos por
la cima del Monte Empinado en primera posición. Apenas dos minutos más tarde,
grita el nombre de la segunda corredora en pasar…
- ¡Ganja Garnbreta!
Es lo último que se sabrá de ellas dos hasta el final de la
carrera…
……………………………………..
Unas largas ocho horas más tarde, cerca ya del crepúsculo, el público se
agolpa en el Balcón Mirador desde donde se espera la llegada del primero de los
participantes, cuyo nombre se podrá conocer en cuanto supere la última de las dunas, la
que marca el final del Gran Desierto.
Y allí a lo lejos aparece una silueta todavía borrosa e
irreconocible debido a los espejismos producidos por el tremendo calor
acumulado en el propio desierto. Todos esperan expectantes la confirmación del
pangolín…
- ¡Es Ganja!, grita el pangolín. Y parece que va con distancia
de sobras para atravesar el cañón y llegar a meta vencedora. La gacela Mekos
no la va a poder alcanzar. Todo lo que haya podido suceder a lo largo del
recorrido, desde la cima del Monte Empinado hasta la última duna, es puro
misterio.
Cuando cruza la meta, el público enloquece por completo. Ha
nacido una nueva heroína. La suben en brazos y se la llevan entre vítores hacia
la ceremonia de entrega de medallas donde va a recoger tres oros. Nada menos…
Pero dos horas más tarde la ceremonia sigue sin comenzar. Se
está retrasando demasiado. Sube entonces un canguro al escenario y explica por
el micrófono que el Comité se ha reunido y está deliberando la validez de las
pruebas. Se produce una conmoción general y estallan los murmullos. Todo el
ambiente festivo que se estaba viviendo se frena de golpe.
…………………….
En una pequeña campa en mitad de la Gran Selva se halla el
Comité reunido en torno a una gran secuoya cortada, bajo el consenso de que
todo lo que allí se hable permanecerá en el más absoluto de los secretos. La
tensión se puede palpar en el ambiente.
Habla el elefante Kabeza Torroken, claramente indignado, como
representante de los paquidermos.
- Lo que ha hecho esa estúpida mona en la Selva A Través es
un insulto al poderío físico. Irse por las copas de los árboles es escaquearse
de hacer fuerza, se supone que de eso precisamente es de lo que va la prueba, ¿no?
Le toma la palabra el canguro representante de los
marsupiales, Único Metodi:
- ¿Y qué me decís del Salto de Río? Era patente que su cuerpo
escasamente le daba para superar la primera ronda y, ¿qué hace? Decide usar un
instrumento más allá de su propio cuerpo. ¿Qué tipo de truco es ese? ¿Estamos
midiendo la potencia de nuestros músculos o la potencia de un palo?
A lo que prosigue la gacela representante de los antílopes y
Jefa del Cómite de los Juegos, GranPurismo Elmíomismo. Ésta se sube sobre el
tronco cortado de la secuoya y declama solemnemente:
- Esa mona, en su afán por la victoria y la fama, ha destrozado
la prueba reina y ha despedazado y tirado por los suelos todos los principios y
valores de los Juegos Mamíferos Terrestres. Ha convertido el Multicross en un catálogo
de trucos, estratagemas y escaqueos. He podido hablar con mi congénere Kalistenia
Mekos que ha sido testigo de todo eso.
Ese contenedor que portaba enganchado a su espalda estaba
repleto de herramientas para facilitar las cosas. Ha usado lianas con palos
atados que tiraba y encajaba entre las grietas para ascender por la rocosa cara
oeste del Monte Empinado, haciendo recto el sinuoso camino, ¡como si fuera un
lagarto!
Ha usado una corteza de árbol sobre la que montarse, lo que
le permitía deslizarse y girar a un ritmo vertiginoso por la escarpada Ladera
Nevada de la cara norte, ¡como si fuera una foca!
Ya en la Ciénaga Fétida, se ha atado a sus pies unas grandes
suelas del tamaño de unas pezuñas de elefante, hechas de arbustos ramificados,
para andar por el barrizal sin hundirse, ¡como si fuera un zapatero andando
sobre el agua!
Cómo ha aguantado toda la estepa y el mismísimo Gran
Desierto en donde desaparecen los ríos y las fuentes de los que beber agua, os
preguntaréis. Aparentemente, utilizaba un coco que previamente habría llenado
de agua y en el que había practicado un agujero que tapaba y destapaba cada vez
que quería beber.
¿Y qué hizo una vez en el Gran Desierto? ¿Cómo pudo
atravesar ese infierno de arenas movedizas que convierte en esqueletos a los pocos mamíferos que osan
atravesarlo?
Doblaba las palmeras más pequeñas y las ataba al suelo por
su copa, a la que se subía, rompiendo entonces la ligadura y saliendo
catapultada hasta la siguiente palmera, cientos de metros más adelante.
Nada, absolutamente nada de esto podría haberlo conseguido
sin ayuda de esas…
manos…
con ese dedo …
pulgar…
¡Puede agarrar!
¡Pensad!
Las lianas, el palo pértiga, la fabricación de todas sus
herramientas. Ninguno de nosotros es capaz de hacer eso. ¡Es una ventaja
inaceptable! ¡No puedo calificar esta actuación sino como una gigante, burlesca
y ABSOLUTA TRAMPA!
Si hay algo que caracteriza los Juegos Terrestres es la ÉTICA
de todas las familias para mostrar al mundo el deporte auténtico, REAL.
Nosotros nunca hemos usado ningún tipo de herramienta que nos facilite las
pruebas. ¿Qué será lo próximo?
Ganja debe ser inmediatamente descalificada de todas y cada
una de las pruebas. ¡Descalificada de por vida! No dejaremos que fulmine la grandeza de los
Juegos. ¡¡NUESTRA GRANDEZA!!
Todo el Comité se puso en pie y aplaudió entusiasmado su
intervención. No se podría expresar mejor el sentir general. No en vano,
Granpurismo es un afamado profesor de ética, moral y valores en la Universidad A
Gran Distancia de la UNEGD.
Lo que había hecho la mona en cada una de las pruebas nunca
se le había pasado por la cabeza a nadie. ¿Por qué? Está claro que algunos
animales también podrían haber trepado a los árboles, por ejemplo. Pero nunca
se les ocurrió. Simplemente siguieron lo establecido. No pensaron en las
pruebas como problemas a resolver, como tan acertadamente aconsejó el viejo
sabio a Ganja, sino como la mera medición de capacidades físicas.
Nada se aprende allí donde uno ya se da por adaptado. Los
animales se habían pasado toda su vida haciendo exclusivamente lo que se les
daba bien, consiguiendo establecerse en una zona de confort construida con
rígidas e inamovibles paredes y en la que algunos se habían hecho los amos.
Ahora, al ver como una pequeña mona les superaba sin esfuerzo aparente,
empezaban a sentir claustrofobia.
Uno podría sospechar, fundadamente, que de lo que en
realidad se estaba discutiendo en la reunión del Comité, lo que subyacía a toda
esta conversación, no era una preocupación por la ética y la forma de hacer las
cosas. Que de lo que realmente iba todo esto era del statu quo de unas cuantas
familias yéndose al garete, probablemente de por vida.
La acababan de acusar de hacer trampas. Acto seguido, quisieron
modificar la normativa para, según decían, asegurarse de que nunca jamás se volviera a corromper la ética ni los valores del deporte. No se podrá utilizar la cola. No se podrán utilizar
los árboles ni las piedras del río. No se podrá utilizar el agarre. No se podrán
fabricar herramientas. Más de cien líneas nuevas se añadieron a la normativa.
- ¡Podríais también añadir que no se podrán utilizar las ideas!
Todos se giraron hacia esa voz que nadie podía reconocer.
Era el viejo mono.
Lo que vosotros llamáis trucos son soluciones alternativas
al problema. Soluciones particulares. Queréis evaluar una solución única y eso
se llama gimnasia. Un problema no entiende de métodos válidos o inválidos, el
problema entiende de métodos que lo solucionan y métodos que no. Además,
raramente se observa un problema en la naturaleza que admita una sola solución.
Más bien al contrario, un abanico de soluciones distintas te permiten escoger
la más apropiada a tu situación.
- “Yo te conozco atrevido mono. Sé que eres considerado un sabio
entre tu tribu”, dijo Granpurismo
- “Admiro tu sabiduría y sé que tendrás a bien reconocerme que
usando herramientas se reduce drásticamente la dificultad de las pruebas”,
prosiguió
Uno se podría preguntar si ahora, con la demostración de
Ganja hecha ante sus propios ojos, serían el resto de animales capaces de
repetirlo. Rotundamente no. Igual que ella no fue capaz de repetir sus métodos
en la zona de entrenamiento. No obstante, del mismo modo que hay una parte
genética o material que determina las capacidades motoras, como la posesión de
manos, pezuñas o grandes músculos; también hay un factor de aprendizaje, tanto más
importante cuanto más evolucionado sea el animal. Aunque lo físico suela ser siempre
lo más evidente...
- ¡No se te ocurra subestimar lo que ha hecho Ganja, arrogante
gacela!
¿Acaso creéis que poseer una mano os asegurará manejar
herramientas con tan alta destreza? ¡Debéis haber chupado un sapo! Se ha
ejecutado el más amplio, preciso y coordinado catálogo de movimientos jamás
contemplado en vuestra presencia, y todo lo que habéis visto son un par de manos...
Ninguno de esos movimientos venía incorporado de nacimiento. Ninguna de esas
“herramientas” se había usado antes con esos fines. ¿Qué creéis que estuvo
haciendo durante esas tres semanas, sola en la selva, en las que consiguió pasar
de no moverse en ninguna de las pruebas a ganar a los mejores en lo suyo?
Adaptarse, que no es otra cosa que aprender. Una cosa es tener el potencial y
otra muy diferente alcanzarlo. Si no hubiera dificultad en eso todo el mundo lo
alcanzaría.
Finalmente, tras mucho trabajo, ganó sin esfuerzo aparente.
¿Es quizá eso lo que os extraña? ¿O quizá os molesta?¿Debe haber sufrimiento físico para hablar de
dificultad?
Vuestras pruebas son cerradas, siempre iguales. Aburridas. No
os engañéis. No queréis competir en igualdad de condiciones. Queréis competir
en unas condiciones que os hagan vencedores y para eso os inventáis ahora una
normativa que restrinja el abanico de soluciones a una sola, la vuestra. Atravesar
la selva, saltar un río o recorrer todos los terrenos imaginables son problemas
naturales. Con vuestras normas los estáis convirtiendo en artificiales.
A lo que le espetó Granpurismo:
Tiempo después se había olvidado el asunto por completo con
el resultado de que cada uno había tirado por su lado. Los monos pasaron con
facilidad a ser los dominadores del reino animal. Desarrollaron el increíble
potencial que les daba su cerebro piramidal. Crearon sus propios Juegos. Desarrollaron deportes cada vez menos restrictivos, más naturales. Sin
duda eran más complejos que los anteriores. Y las habilidades utilizadas
para ganar eran tremendamente variables. Los ganadores no eran fáciles de predecir. Emergió la riqueza de movimientos, rasgo primordial y distintivo de la complejidad de una prueba.
- Y si alguien apareciera con una herramienta que le permitiera
volar? ¡Imagínate!..
¡En unos juegos Terrestres!
- Nunca se aceptará usar una herramienta que haga desaparecer
el reto. Al contrario, ocurre que las herramientas que se incorporan lo hacen
todavía más interesante. Amplían el repertorio en lugar de reducirlo, permitiendo un mayor aprovechamiento de toda la variedad de recursos que el
entorno ofrece, respondió el viejo mono.
……………………
Los viejos mamíferos los denominaron los Juegos Modernos, a
modo irónico. Moderno era un adjetivo
despectivo para ellos. Los criticaban diciendo que si eran parkour, que si
circo, que si acrobacias… Que si eso no era deporte de verdad. Ellos, los
viejos, en lugar de aprender a utilizar el potencial de sus cuerpos de mil maneras
distintas, como la mona les había mostrado, continuaron celebrando sus aburridas
olimpiadas con sus mil normas asegurando que siguiesen ganando los mismos. Los
mismos siguieron llenándose la boca con la pureza de las cualidades físicas y con el
desprestigio de las complejas competiciones de los monos... COMO SI A LOS MONOS, ABSOLUTOS DOMINADORES DEL ENTORNO, LES
IMPORTARA LO MÁS MÍNIMO LA OPINIÓN DE.
.............................
Cierto día dos lagartos estaban casualmente presenciado una
sesión de entrenamiento de los viejos mamíferos, los puros y reales. Uno, con
gesto de desaprobación, le decía al otro:
- Mira la Nueva Escuela. Supuso el fin para los Juegos de
verdad, los Juegos Reptilianos. Estos estúpidos seres de sangre caliente nunca
se han tenido que preocupar por las condiciones. En nuestra época sí que era
difícil subir una pared cuando caía la noche y bajaba la temperatura.
- ¡Y aún así llegamos a dominar el mundo, Juancho!, le respondió
el otro
-Ya ves. Habría que ver si estos payasos harían las mismas
virguerías con un metabolismo de sangre
fría…
FIN
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